viernes, 27 de noviembre de 2009

Ciencia vs. biblia

A ver, este tema ya está más visto que las pelotillas de nuestros ombligos (no mintáis, tenéis pelotillas en los ombligos, que os las comáis o no ya me da igual, pero tenerlas las tenéis...guarros).
Me refiero al ancestral debate de en qué creer, si en Dios, en Darwin, Mendell y todos los científicos loables que han morado el planeta tierra o en otro tipo de cosas que tras meta-analizar descubrimos que son una forma de Dios, de mito...de suposiciones bonitas. Yo porsupuesto me declaro ateo, podríamos hacer una serie de niveles respecto al tema religioso:


Creyente practicante: Creo en Dios y acudo a los rituales de la doctrina católica de forma regular y con fervor tal que llego a equipararme al fervor que camelas siente por la cerveza.
Creyente no practicante: Creo en Dios y acudo al bar donde camelas se chuza de cerveza para chuzarme con él, en lugar de acudir a los ritos de mi religión.
Agnóstico: No creo en Dios ni en el catolicismo pero creo que cada cual tiene derecho a tener sus propias ideas.
Ateo: No creo ni en Dios ni en nada que no se me demuestre científicamente, y creo que la religión resulta perjudicial, por tanto mi deber es acabar con todos aquellos que viven semejante paranoia colectiva.

Por supuesto esto son etiquetas, si encajáis en alguna, definíos, si no, hacedlo creando vuestra propia etiqueta. Un ejemplo de por qué Dios (ese ente antropomórfico que mueve los hilos por ahí en el espacio supralunar) no me termina de llegar al corazón sería el siguiente:
-Los católicos dicen que dios es omnipotente y omnisciente. Es decir, omnisciente que todo lo sabe y omnipotente que todo lo puede. Pongamos que todo lo sabe, si todo lo sabe entonces ya sabe lo que va a hacer en un futuro, si ya sabe lo que va a hacer en un futuro no puede hacer otra cosa que la que ya sabe que va a hacer, por tanto no puede ser omnipotente.

Ante esto, he buscado mi propia contrargumentación (me gusta discutir conmigo mismo), quizá peco de ignorante al presuponer que dios actúa en un plano de la realidad en la que existe el constructo teórico de "tiempo", quizá peco al pensar que al ser omnisciente no puede cambiar según cambien los acontecimientos humanos, quizá peco por no darme cuenta de que todo este tipo de gilipolleces normalmente no hay que darles demasiadas vueltas porque son mentiras que los carentes de ..."ganas de vivir", necesitan para vivir. Pero bueno...también peco cuando me chuzo de cerveza los domingos, cuando follo sin estar casado, cuando utilizo condón... Sí, lo habéis oído bien, ¿sabéis qué dijo un obispo inglés? (vale no es católico , pero no se diferencia de los católicos, está tan emparanoiado como ellos) Dijo , delante de miles de personas, que el virus de sida es más pequeño que lo que el condón puede parar, por tanto no sirve de nada porque se el virus se cuela por los "agujeritos" del condón....
Habrá el típico que cree en su propio dios, el iluminao de turno que cree en la transmigración de las almas como Empédocles.... Pero no os engañéis, no hay ningún dios, ni la ciencia es un dios, ni yo, ni tú, ni aquél de más allá, tampoco es una actitud ante la vida, no, porque Dux mortus est.

Ala, a ver qué opináis.

(Kaisher, creo no haber ofendido a nadie)

martes, 17 de noviembre de 2009

Filosofía, un término lioso.

Nos podemos preguntar cuándo surge, dónde y porqué, la filosofía. Existe una teoría muy extendida de que hubo un “paso del mito al logos”, como una especie de milagro.

Sin embargo este “milagro” no es tal, más bien se da por motivos políticos y socioeconómicos, religiosos y míticos.

Empecemos con los políticos y socioeconómicos en la Grecia arcaica, anterior a Tales de Mileto, remontándonos a la cultura micénica. En esta cultura había una monarquía muy jerarquizada. El rey ejercía su poder sobre el pueblo mediante funcionarios (sacerdotes, guerreros y escribas). Los escribas eran los encargados de contabilizar la riqueza real creando cohesión social entre las “altas esferas” y los “bajos fondos”. Con la caída de la cultura micénica ante pueblos indoeuropeos (bárbaros si queréis insultarles), los escribas y su escritura desaparecen y con ellos la cohesión social. Los guerreros absorben a la casta sacerdotal y entran en conflicto con las clases bajas, es aquí donde surgen “los siete sabios” (liderados por Tales de Mileto).

Estos sabios surgen para crear normas, orden, es decir, cohesión social. Por tanto los filósofos y la filosofía nacen en un contexto práctico, (que deriva en la preocupación por la polis y desaparece con los sabios autosuficientes helenísticos).

Estos factores favorecen su aparición. Pero yo me pregunto ¿la filosofía es práctica, es teórica y especulativa o es ambas cosas? Podríamos decir que es una reflexión crítica de la vida, una disciplina de segundo orden que surge “ex post facto” (después de que ocurran los hechos).

Los factores religiosos son obvios, una religión politeísta, sin un cuerpo sacerdotal bien definido, sin un libro que diga cuál es la palabra de los dioses, con dioses antropomórficos…esto da una gran libertad de pensamiento que nosotros (pobres cristianos) no tuvimos. (Que quede claro que yo no soy cristiano , ni budista ni nada…las religiones son cortinas de humo fundamentalistas desde mi punto de vista).

Y los factores míticos. Más liosos y densos.

Es cierto que el paso del mito al logos de Nestle es real, se da en Asia menor con Tales de Mileto.

Pero esta interpretación resulta reduccionista, podríamos pensar que fuera de Grecia todo el mundo era irracional y después de Tales no debería existir el mito, sin embargo Parménides o Platón lo utilizan (El mito de la caverna, por ejemplo).

Mito en Grecia, significaba “palabra” y no “cuento para niños”. Logos hacía referencia a “recomponer” y está también relacionado con el ámbito de la palabra. Es necesario habituarnos al hecho de que no hubo un paso de algo irracional a otra cosa racional, sino que se pasó de logos a logos, de un tipo de racionalidad y palabra a otro distinto.

El mito tiene su propia lógica, una lógica en la que es clave el hecho de que dioses pueden tomar apariencia humana y humanos pueden adquirir características de dioses, esta lógica ambivalente es clave, en esta lógica un término contiene en sí una parte de su término opuesto (el jin y el jan oriental). Esta es la lógica arcaica del mito y de esta se pasa a otra distinta, una lógica binaria de verdadero/falso que es la base de la lógica informática.

Por tanto el paso del mito al logos va acompañado de la crisis (separación) de lo visible y lo invisible.

Para explicar lo invisible se toma un modelo genealógico del mundo visible, de la sociedad griega en la que tan importante era la genealogía. Este modelo da lugar a teogonía, cosmogonía y antropología.

Sin embargo, si los dioses son eternos ¿cómo es que nacen unos de otros? Aquí se ve el reflejo de la jerarquía social de Grecia y la lógica ambivalente que se utilizaba en sus orígenes.

El mito divide lo que es eterno, lo hace temporal. Pero el que sabe escuchar , recompone lo que es temporal en algo jerárquico. Esto está relacionado con los dos ámbitos de la dialéctica (análisis y síntesis).

Qué coñazo, y diréis ¿entonces qué coño es filosofía? Es algo que debéis descubrir si tenéis la actitud adecuada frente a la vida.

Por cierto, no me hagáis caso los que leáis esto y tengáis que hacer la PAU, vosotros sed reduccionistas, paso de mito al logos y punto, sin preguntas, sin problemas, buena nota y “pa” casita. (Gran consejo, ¿verdad?)


BENITO CAMELAS

lunes, 9 de noviembre de 2009

Jalogüín

Por fin llegó Noviembre, y con él el frío, que ya iba siendo hora. No hablaré hoy del “cambio climático”, que eso ya lo hace (no muy bien) otra gente, y cobrando. No, como decía, llegó Noviembre, y con él una de esas cosas que hacen que a un servidor se le revuelva el estómago y le gotee veneno del colmillo. Hablo, como no, de jalogüín, esa importación que tan a la ligera han parecido asumir nuestros jóvenes.

A priori, jalogüín en sí mismo no es algo demasiado malo, pero sí me lo parecen las causas y consecuencias de su implantación. Por partes, sabemos (o creo saber) que jalogüín es una celebración inglesa y estadounidense en la que los niños y los no tan niños cortan calabazas y piden golosinas de puerta en puerta. Las raíces de todo eso, la creencia celta-sajona de que los espiritus pululan libres por el mundo durante esa noche. Es decir, una celebración de origen religioso que se ha convertido en una fiesta comercial. Igual que la navida, San Valentín y, si me apuran, la Semana Santa, y por tanto, igual de respetable que todas ellas.

Ahore que sabemos lo que es, veamos sus taras: en mi descripción, ¿alguien ha visto las palabras “España”, “Hispania”, “íberos”, “romanos” o “cristianismo”? Creo que no. Entonces, ¿por qué se celebra y sale en el telediario? Ah, claro, la globalización, toda costumbre es universal, y si viene de los Estados Unidos, más. Pero, ¿por qué no celebramos también el Día de la Independencia, el del Presidente, el Año Nuevo chino o el Ramadán? Son igual de globalizables que jalogüín. ¿Y qué pasa con la tradición local? ¿Jalogüín tiene preferencia sobre el Día de Todos los Santos, viceversa o no tienen nada que ver?

Mi respuesta es que esas fiestas no son tan molonas como jalogüín, de ahí la necesidad de importarlo, de buscar otra excusa para pasarlo bien, lo cual tampoco es necesariamente malo. Lo malo es la forma de divertirse, porque, y aquí termino, ¿cuántos han celebrado jalogüín ingiriendo más alcohol de lo necesario?